Experiencias… Evaluación

12 03 2010

 

Estudio enfermería, pero no de una manera normal cómo cuando vas a la universidad y entras en esa sala en la que entran cien o más personas y en las que el profesor te cuenta su rollo y tú si quieres le escuchas y si no puedes estar con el portátil metido en el Facebook o en el Tuenti.

Cuando llego a la escuela todo se divide en tutorías y talleres; en las tutorías para discutir temas y buscar objetivos, y en los talleres para preguntar dudas. La verdad que esto no viene al caso pero tras unos cuantos años con este método ABP (que así se llama esto, Aprendizaje Basado en Problemas), te preguntas si de verdad es o no el mejor método de aprendizaje, pero no escribo para dar mi opinión sobre el método que sea más o menos favorable.

Pero, dentro de esas tutorías, siempre como último apartado está la EVALUACIÓN. Siempre que se acaba una sesión tutorial se realiza una evaluación de la sesión, una evaluación sobre uno mismo, sobre el grupo y sobre la persona que modera el grupo. Y esto sí que me llamó la atención.

Así fue, que este año decidí introducir la evaluación en mi equipo. Muchas veces la comunicación con los jugadores es escasa y se ve mermada por la vorágine de la competición. Siempre hacemos lo que creemos que es lo mejor para el grupo, pero nunca comprobamos si el grupo opina que es lo mejor.

Hay veces que no sabemos cómo solucionar un problema, o cómo darle la vuelta a determinados ejercicios para que, por ejemplo, la tabla de tiro sea más eficiente y menos monótona.

¿Alguna vez nos paramos a pensar que los jugadores nos pueden echar una mano?

Creo que dentro del equipo es importante la opinión y las ideas de todos. Está claro que siempre las decisiones en este caso provienen la mayor parte del entrenador, pero al igual que siempre es importante la opinión del segundo entrenador (en el caso que lo tengas) o incluso del delegado que te transmite información durante los partidos, también es importante la opinión del jugador para seguir creciendo.

¿Pero cómo contactar con el jugador?

Ese es el kit de la cuestión.

Lo más fácil es hablar con él; pero muchas veces es lo más difícil, por falta de tiempo y porque … ¿el jugador dice todo lo que piensa?

Por eso comencé este año con las evaluaciones, al final como toda relación, la relación entrenador-jugador se basa en el dar y el recibir, y creo que de esta manera descubres muchas más cosas que el jugador piensa y que en el día a día, muy pocas veces puedes descubrir.

De esta manera, primero tras acabar cada fase de competición marcada, es positivo realizar una batería de tres o cuatro preguntas, dependiendo de la información que quieras conseguir, para obtener información sobre su opinión de esa fase, qué opina sobre su actuación, sobre la actuación del equipo y de los entrenadores; y además se le pregunta sobre qué aspectos mejoraría y qué espera de la siguiente fase.

Además, dentro de la relación, del dar y el recibir, también es positivo aprovechar estos parones al finalizar cada fase para hacer balance, pero hacer balance en grupo y aquí entra la evaluación propiamente dicha. Creo que es positivo y además necesario, opinar sobre uno mismo y sobre el resto, porque la mejora del trabajo en equipo es saber decirle al de al lado lo que hace bien y lo que puede mejorar para lograr una mejora del colectivo. Y de esta manera, creo que es necesario gastar de vez en cuando unos minutos y sentarse a hablar.

Actualmente, aprovechando los parones entre fases, aprovecho para recoger información del equipo a base de preguntas, con las que recojo información para mí y para poder utilizarla durante fases posteriores; y además, realizo una sesión de evaluación y en ella, de forma común evaluamos a cada persona, sacando tanto los puntos positivos como los negativos.

Como conclusión, creo que de esta manera se crea un ambiente de respeto y confianza entre cada miembro del grupo, y que te ayuda a crecer, ya que se consigue un ambiente en el que no hay ningún tipo de problema o temor a exigir al compañero que puede dar más, a decirle en un momento dado que esto lo hace mal y felicitarle cuando alcanza un objetivo o resuelve un determinado problema.

No merece la pena, omitir información al grupo, porque si uno omite información, crea un ambiente de desconfianza; y además, no creo que sea positivo evitar dar informaciones que pueden ser necesarias para mejorar.

Porque muchas veces el jugador no mejora porque no sabe qué punto tiene que mejorar o que está o no está haciendo bien, no porque no quiera hacerlo.